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Cómo los trastornos del sueño pueden afectar su inmunidad y causar enfermedades graves
Entienda la relación entre los trastornos del sueño y la inmunidad

Los trastornos del sueño abarcan todos los problemas que ocurren entre el período de sueño y vigilia, que impiden al paciente dormir de forma adecuada y descansar lo suficiente para garantizar un correcto funcionamiento de sus capacidades físicas y mentales.

Estas alteraciones en el patrón de descanso se dividen en tres categorías principales:

  • Insomnio
  • Somnolencia diurna excesiva
  • Comportamientos poco comunes durante el sueño

Dentro de estas categorías se incluyen trastornos que afectan a pacientes de todas las edades y géneros, aunque son más frecuentes en niños y adultos mayores, como:

  • Insomnio
  • Apnea del sueño
  • Sonambulismo
  • Síndrome de piernas inquietas
  • Bruxismo
  • Trastorno comportamental del sueño REM
  • Terrores nocturnos

Cuando aparecen los síntomas, resulta fundamental buscar un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. De lo contrario, la falta de descanso afecta de manera directa al organismo y a la salud mental.

Cómo los trastornos del sueño y el descanso inadecuado afectan la calidad de vida

Durante el día, el cuerpo necesita activar sistemas endocrino, neurológico, inmunológico, respiratorio y digestivo, entre otros, para funcionar plenamente en el plano físico y psíquico.

El sueño permite recuperar el equilibrio de estas funciones y prepararlas para el día siguiente. Durante este período, el organismo regenera tejidos y regula el metabolismo.

El tiempo necesario para completar estos procesos depende de factores como la edad, la rutina, la alimentación y el entorno. 

Sin embargo, cuando el descanso no se cumple de manera adecuada, pueden surgir problemas graves como los siguientes:

  1. Pérdida de memoria

El sueño se organiza en ciclos de 90 a 100 minutos, y se requieren entre 4 y 5 ciclos por noche (unas 8 a 9 horas) para lograr un descanso completo.

Los pacientes que duermen 6 horas o menos por día suelen desarrollar problemas físicos por la falta de regulación del organismo. Esto se traduce en dificultades de razonamiento lógico, falta de concentración y pérdida de memoria.

  1. Envejecimiento prematuro

La regeneración celular ocurre principalmente durante el sueño. 

Este intercambio celular garantiza la integridad de las estructuras corporales de los órganos. Cuando no se logra un descanso suficiente, los órganos dejan de funcionar de manera adecuada.

Una de las áreas más afectadas por el envejecimiento celular es el cerebro y las neuronas, lo que aumenta el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer o Parkinson.

  1. Debilitamiento del sistema inmunológico

El insomnio reduce la producción celular que se encarga de la defensa inmunológica del organismo. 

Las personas que no duermen lo suficiente quedan más expuestas a bacterias e inflamaciones, incluso en la cavidad oral, como las facetas de resina.

Esto incrementa la vulnerabilidad de dientes y encías frente a infecciones que pueden derivar en enfermedades graves. 

Un sistema inmune debilitado también dificulta tratamientos odontológicos, como los que incluyen alineadores transparentes u otros dispositivos, favoreciendo inflamaciones, sangrado y molestias en las encías.

  1. Mayor riesgo de obesidad y diabetes

El sueño regula el metabolismo. Estudios científicos demuestran que la falta de sueño se asocia con aumento de peso, obesidad, diabetes y otras enfermedades continuas.

Las personas con privación de sueño tienden a consumir más alimentos grasos y calóricos, lo que perjudica no solo la salud dental y sus procedimientos, como las carillas dentalessino también la salud general.

Además, presentan dificultades en la producción de insulina, lo que provoca acumulación de glucosa en sangre después de las comidas.

A largo plazo, esto favorece la aparición de diabetes y aumenta la susceptibilidad a enfermedades de las encías, especialmente cuando existe una higiene deficiente del aparato dental de porcelana o de la cavidad bucal.

Tratamientos y consejos para asegurar un buen descanso

Una noche de sueño reparador resulta esencial para el bienestar y la salud general del organismo. Por ello, adoptar hábitos y tratamientos que regulen el sueño y favorezcan el descanso se vuelve fundamental para todas las personas.

Establezca un horario fijo para dormir y acompáñelo con rutinas de higiene personal, como el baño nocturno y la limpieza del aparato dental invisible . Asegúrese de que el ambiente esté oscuro, silencioso y confortable.

Evite distracciones como el uso de celulares o la televisión antes de dormir. Una taza de té relajante puede ayudarlo a conciliar el sueño. Si presenta síntomas importantes de trastornos del sueño, consulte a un especialista sin demora.

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