¿Alguna vez se dijo a sí mismo/a “¡Mi mente está en blanco!”? Tal vez haya escuchado que eso es “culpa de la edad”. Después de cierta edad, las fallas de memoria suelen atribuirse al envejecimiento. Sin embargo, la pérdida de memoria también puede relacionarse con enfermedades más graves. ¿Qué otros síntomas pueden acompañarla?
El estrés, la ansiedad, los trastornos del sueño y la deficiencia de vitaminas figuran entre las causas más comunes de este problema, y pueden tratarse con ayuda médica.
Dormir bien resulta esencial para mantener una memoria saludable. Las alteraciones del ciclo de sueño afectan la atención, la concentración y el razonamiento. Además, cuidar la salud mental contribuye al bienestar general.
La salud mental abarca mucho más que un diagnóstico. Mejorarla requiere cambios en diferentes aspectos de la vida, aunque siempre es indispensable acudir a un médico del sueño para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados. Un manejo integral puede mejorar el estado de ánimo, facilitar el manejo de las emociones, tanto positivas como negativas, y favorecer el bienestar físico, mental y social.
SAOS, un trastorno del sueño que afecta la memoria
El síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) es un trastorno frecuente y crónico. Se caracteriza por la obstrucción de las vías respiratorias superiores durante el sueño, lo que provoca disminución en la saturación de oxígeno en sangre y despertares breves para recuperar la respiración.
Uno de sus síntomas es el deterioro de la memoria. Para diagnosticar la enfermedad, además de la evaluación médica y el testimonio de quienes conviven con el paciente, se requieren estudios complementarios que registren la función respiratoria durante el sueño.
Una alternativa simple y práctica para realizar este análisis es el Biologix Sleep Test®, que se realiza en el domicilio. Solo necesita colocar el sensor Oxistar, un oxímetro de alta resolución, en el dedo antes de dormir e iniciar el examen desde la aplicación Biologix. A la mañana siguiente, al pulsar “Concluir examen”, obtendrá el resultado en segundos. También existe la polisomnografía, un estudio más completo que requiere dormir en un laboratorio del sueño. Allí se utilizan sensores para registrar el flujo de aire por nariz y boca, la oxigenación, la frecuencia cardíaca, la actividad cerebral y los movimientos de tórax y miembros.
En casos leves y moderados, los odontólogos pueden indicar aparatos intraorales que adelantan la mandíbula, la base de la lengua y los tejidos faríngeos, aumentando el tamaño de las vías respiratorias superiores para facilitar el paso del aire. En casos graves, se utiliza el CPAP (presión positiva continua en la vía aérea), acompañado de cambios en el estilo de vida como bajar de peso y dejar de fumar. En algunas situaciones, se recomienda cirugía para corregir obstrucciones causadas por deformidades o colocar implantes.
Ya sabemos que la alteración de ciclo del sueño afecta la memoria, ya que la falta de descanso reparador diario disminuye la capacidad de concentración, foco y razonamiento.
Algunos consejos para mejorar la memoria de forma natural incluyen consumir alimentos ricos en omega-3, como salmón, pescados de agua salada, semillas y palta o aguacate. Estos nutrientes favorecen la memoria y la concentración. Por ello, conviene mantener una alimentación saludable, equilibrada y con los alimentos adecuados. Además, es fundamental cuidar la higiene del sueño y seguir el tratamiento indicado por el médico para el trastorno del sueño diagnosticado.
¡IMPORTANTE! Solo los médicos debidamente calificados pueden diagnosticar enfermedades, indicar tratamientos y recetar medicamentos. La información disponible en este blog es solo de carácter educativo.